Hago hoy una pequeña reflexión que viene generada tres grandes motivos, el auge de la IA y su rechazo por una parte de la comunidad, el conservadurismo latente que veo cada vez más, en la sociedad y en el sector de la comunicación y, también que creo que me estoy haciendo mayor.
Miedo a los cambios
Siempre se dice que uno contra mayor se hace se vuelve más conservador, uno con la edad va teniendo una posición cada vez más asentada y le da miedo desprenderse de ciertas cosas y asumir más riesgos.
En mi caso desde luego ha sido así, durante los últimos tres años he preferido pelear por la estabilidad e embarcarme en aventuras que exigían de mí más probablemente mucho más esfuerzo. Y he decidido apostar por una vez en mi vida por mi estabilidad y salud mental.
Muchos me dicen: Sal de tu zona de confort, y yo les digo: Pero si por primera vez en 36 años tengo una zona de confort ¡Y aún no está terminada! Las puertas no están rematadas, le falta algún rodapié, está bonita la zona de confort, pero aún le queda. Sal tú de la tuya si no te gusta.
Pero sí que es cierto que veo miedo en muchas generaciones más jóvenes y veo que muchas veces actúan de forma más conservadora de lo que uno podría pensar. No arriesgan en sus proyectos, no arriesgan en su trabajo y parece que no arriesgan en su vida.
Y me gustaría decir que no tengo razón, pero el giro que vemos en la sociedad… como mínimo la gente se está volviendo conservadora si no “nostálgica” de una realidad que nunca existió.
¿Pero los creativos van a tener miedo a los cambios?
A todo lo que da. Creemos que experimentamos, que nos basamos en conceptos y que todo está bien pensado, puede que en esa utopía mental no nos demos cuenta muchas veces que los cambios están bien, sí, pero sólo cuando los proponemos nosotros.
Me echo las manos a la cabeza sólo de pensar la de veces que veo artículos por qué una marca ha hecho un cambio con el que la comunidad gráfica no está de acuerdo.
Y pienso en casos sonados. Cuando hace unos años Google hizo un rediseño transversal de su marca, muchas voces se alzaron diciendo qué “había perdido su esencia”. Entre las que al principio me encontraba yo. Muy rápido se cerraron las bocas de los que pensábamos así, pero lo que pasó con Google se ha repetido un número interminable de veces.
Quizás hay alguna empresa que se libra de errores garrafales aún tratando a sus consumidores especialmente mal como apple. Pero eso es una secta contra la que no se puede luchar, mucho dogma…
Recuerdo que incluso cuando summa branding presentó el logo nonato del Barcelona, en el que hacían ajustes del escudo para optimizarlo a un mundo digital y poder desencadenar un lenguaje de marca potentísimo, mucha gente se llevó las manos a la cabeza. Tanto la afición azulgrana como gente del sector del diseño. Pero vamos, hay más casos como este. El escándalo del rediseño de la Juve. Los cambios de la marca GAP y un largo etc.
Criticar proyectos sin conocer el proceso y, lo más importante, a los clientes
Y hay mucha gente que siempre saca los cuchillos cuando una gran empresa hace un trabajo de marca sin conocer bien el proceso de diseño al que se ha tenido que enfrentar el estudio en cuestión. Personalmente me da mucha pereza criticar el trabajo ajeno, pero sí que me gusta verlo y explorar si hay ideas que me puedan resultar interesantes para mí.
Es fascinante como muchos de estos compañeros no les falta tiempo de rajar sobre el trabajo ajeno. Y no me entendáis mal si estás estudiando, el rediseño de una marca grande que no te gusta, te da la oportunidad de hacer un proyecto personal de calado. O si tu posición es la de ser docente, te da una oportunidad de crear contenido, siempre que lo hagas de forma constructiva y desde el respeto. Pero esos actos de criticar por criticar, es que a veces veo a otros diseñadores y me parecen peor que los clientes.
Pero bueno esto, es algo que siempre irá en los genes del ser humano, asustarse frente a los cambios y tener una buena oportunidad de criticar.
Y para rematar, las IA
Aburre ya un poco el tema de las IA y sobre todo el miedo, yo he de decir que en mi trabajo diario me está ayudando mucho a superar algún bloqueo creativo, a la hora de retocar imágenes etc. De hecho, ya he publicado algunos de los juegos que hago, ya que a nivel profesional no lo quiero mostrar aún.
Pero hemos de pensar que al fin y al cabo, es un atributo más. Por ejemplo, si yo fuera a contratar ahora mismo a un redactor una de las cosas que pediría sería: – Conocimientos en la elaboración de prompts de redacción.
Eso como mínimo.
Pero sobre todo, debemos de dejar de pensar en el miedo que nos pueden generar ahora y empezar a pensar cómo mutará en el futuro.
¿Cómo lo puedo aprovechar para mi empresa? ¿Puedo ofrecer servicios especializados? ¿Cómo afectará al posicionamiento sí ya nadie entra en mi web? ¿Cómo podré conseguir leads con este nuevo lenguaje?
Esas son sólo unas pocas preguntas que nos debemos hacer.
Estoy cansado del miedo, de las críticas a los cambios y del retroceso social.
Lo que más miedo me da, es ver que la sociedad se quiera quedar estancada, que todo el progreso se tire para atrás en aras de la tranquilidad mientras esta charca en la que estamos hiede corrompida por los mensajes de tranquilidad y paz donde lo estático prima.
Pues sí, me hago mayor y cada me cuesta asumir más riesgos, pero más miedo da el miedo a lo de siempre, lo inamovible, la tradición como losa.